Escultura, Arte y Música

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sábado, 11 de mayo de 2024

From the cradle «Cantania»

 

De nuevo en esta sección, hoy es turno para los más pequeños.

«From the cradle» nació con el espíritu de mostrar en este Blog todo lo relacionado con el arte que surge, se realiza o tiene relación directa con Ávila.

En esta ocasión y con más motivo que nunca, pues son los niños los protagonistas, nos encontramos con un espectáculo único.

Desde principio del curso escolar, casi una veintena de colegios y alrededor de mil niños de Ávila y provincia, se embarcaron en el proyecto «Cantania».

Han sido varios meses en los que apoyados por sus «profes» han ensayado el musical «El Naufragio» y, ha sido esta semana el momento de mostrar su trabajo.

Un trabajo, que no ha sido fácil, pues tenían que compaginar el temario y la normalidad de la marcha del curso escolar. Todo ello gracias al esfuerzo del profesorado, que durante este tiempo ha aumentado considerablemente su horario de trabajo (aspecto del que soy testigo directo).

Tres días en los que la sala sinfónica del auditorio Lienzo Norte ha estado a rebosar, tres días en los que colegios diferentes se han unido para regalarnos la magia de la música, tres días en los que el público ha disfrutado del trabajo de sus hijos y sus «profes», tres días fantásticos en los que los enormes profesionales del Conservatorio de música de Ávila, nos han deleitado con su trabajo, tres días que, gracias a Juventudes Musicales de Ávila, su iniciativa y esfuerzo, «El Naufragio» se ha hecho realidad.

No es fácil llenar tres días un auditorio en nuestra ciudad, pero Cantania, lo ha hecho posible.

Ahora es momento de reflexionar sobre lo vivido estos días.

Lo primero y lo más importante han sido los niños y, es en este aspecto en el que nos deberíamos centrar. Observando sus rostros llenos de felicidad en el escenario y después del evento, nos damos cuenta de la importancia de la música en las aulas. No, no es una «maría», que junto con la expresión plástica forman parte de esas ­asignaturas carentes de importancia. Son precisamente estas materias, (que junto a otras Humanidades), las que forman a nuestros hijos.

Estos días lo hemos visto, niños de diferentes colegios y lugares han interactuado entre ellos, han disfrutado de su trabajo y lo han visto recompensado en aplausos interminables del público.

Por mi parte, he podido comprobar de primera mano, que esta tarea no es fácil, nadie te regala nada, la recompensa se basa en el esfuerzo y, si las cosas salen bien es porque siempre hay alguien detrás. Aquí no hay inteligencia artificial, ni aplicaciones o programas que resuelven los problemas. Aquí hay mucho trabajo y paciencia, mucha paciencia, pues hay veces que las cosas no salen como uno quiere, pero es ese tesón y pasión por el trabajo en el aula, el que te ofrece esas recompensas. Unas veces con ese merecido aplauso, un reconocimiento, enhorabuena por parte de las familias o simplemente con ese abrazo o saludo por parte de un alumno fuera de las aulas.

Os dejo con una pequeña muestra de lo sucedido durante estos días. Podéis ver en la red más videos e información sobre este gran proyecto.





 

 

martes, 19 de septiembre de 2023

Fusión

 


A veces el dibujo la escultura y la fotografía, se agrupan para mostrarnos paisajes únicos. Paisajes en los que la escultura nos regala nuevos elementos arquitectónicos que contrastan con una ciudad medieval, cuyo reflejo está presente

Esta escultura es una de mis últimas obras que forman parte de la serie «Arquitecturas», donde cambia el concepto de monumentalidad, donde desaparece el mal llamado objeto y donde el observador pasa a ser residente.  

miércoles, 4 de enero de 2023

From the cradle. Javier Paradinas

 

Ayer cerró los ojos definitivamente y esa fue su última invitación a abrir los nuestros, pues su obra permanecerá siempre. Solo nos deja en parte, cumplió otra etapa, quizá la más dura al dejar a sus hijas y a todos los que le queríamos.

Nuestro segundo apellido era el mismo, nuestras madres eran hermanas y ambos éramos los hermanos pequeños de sendas familias, por si fuera poco, los dos nos dedicamos a este apasionante mundo del arte.

Qué difícil resulta expresar ciertos momentos de dolor y tristeza, pero hemos de seguir luchando por todo lo que compartimos.

Esta sección estaba concebida para mostrar la música que se hace o suena en Ávila, pero yo soy quien decide qué, cómo y cuándo. Además, si hablamos de la pintura de Javier Paradinas no solo podemos hablar de su dominio del color y del dibujo, ni de la delicada línea que muestra en sus paisajes, línea que innumerables veces no apreciamos y que nos lleva a una abstracción con un tremendo gusto. Paradinas fue ante todo paisajista, fue un pintor de caballete, de campo y es allí donde comenzaba a fraguarse el sonido de sus cuadros, porque la obra de Javier tiene música. Música en los suaves trazos de color, en los contrastes, en la forma o en la composición.

Puedo afirmar que es uno de los mejores pintores de Ávila, aunque no sea de los más conocidos. Dentro de los círculos artísticos es uno de los más envidiados.

En ocasiones, Javier me enseñaba algunas fotografías de paisajes que su pequeña cámara digital guardaba en su interior. Al ver esas imágenes, yo me las imaginaba pasadas por el tamiz de sus pinceles. Esas fotos eran cuadros de Paradinas antes de materializarse en su soporte definitivo, pero; él era muy exigente con su trabajo y no sacaba a la luz ni daba por concluidas obras que otros podríamos considerar soberbias. Si bien, disfrutaba enseñándome sus fotografías de paisajes, le daba cierto pudor mostrar cuadros terminados.

Javier nunca dejó de pintar, ni en esos momentos en los que no podía agarrar los pinceles. Como en la cámara de un fotógrafo, en el negativo o en el papel fotográfico, la imagen estaba latente, tan solo quedaba revelarla.

Me cuesta seguir escribiendo sin humedecer el teclado con mis lágrimas.

Quiero darte las gracias por tu sentido del humor, por todo lo que me has enseñado, sobre todo, por esas pequeñas cosas que a veces no entendemos o valoramos en el momento y que con el tiempo aprecias.

Quiero agradecer tus palabras de aliento cuando yo no estaba en mis mejores momentos.

Quiero creer, e imaginarte junto a Miguel Ángel o José Luis conversar sobre lo divino y lo humano.

Solo quiero recordarte con tu sonrisa.

Gracias Javier.