Escultura, Arte y Música

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miércoles, 2 de abril de 2014

Hay ciertas cosas...


Hay ciertas cosas que pasan totalmente desapercibidas o simplemente no las damos ninguna importancia. En ello no nos va la vida y nuestra rutina no se ve alterada. Son detalles que por muy pequeños que sean a veces cabrean al personal.

Hace unos días se inauguró por fin, la nueva estación de autobuses de Ávila tras más de una década de espera.

Es un edificio con líneas limpias, que combina la geometría y el color. Particularmente me gusta el edificio, sobre todo porque el Ayuntamiento ha arriesgado poniendo una nota de color en esta ciudad tan gris que tanto lo necesitaba.

Se sitúa en lo que fue la salida de la ciudad, nada más atravesar el puente de la estación, y es curiosamente a mano izquierda donde, el que sale de Ávila ve una nota de color.

Independientemente de todo este discurso, en el que más o menos podréis estar de acuerdo o no, lo que más me ha sorprendido, es que recién parida la estación, ya la han puesto un parche. No, no se ha roto nada, ni ha hecho falta una nueva mano de pintura, no. En las dependencias del edificio, además de albergar la propia estación, hay diversas tiendas, cafetería y locales para el disfrute de los abulenses y visitantes. Uno de estos negocios ha tenido la maravillosa idea de “plantar” en la fachada su cartel anunciador.

Si amigos, me imagino que el arquitecto del proyecto estará encantado con semejante disparate.

No entiendo cómo se puede permitir poner este parche en un edificio que habrá costado un dineral. Un parche que para muchos habrá pasado desapercibido, pero para otros que nos apasiona la arquitectura nos molesta a la vista.

La verdad, como digo al principio, en ello no nos va la vida, pero a veces son esas pequeñas cosas las que marcan la diferencia.
 


 
Fachada principal

Trasera del edificio