Escultura, Arte y Música

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miércoles, 18 de abril de 2012

Tiempos modernos

¿Os habéis parado a pensar en las cosas que han vivido nuestros mayores?

Las personas nacidas en el primer cuarto de siglo XX han tenido la oportunidad de vivir un siglo trepidante. Han vivido varias guerras, una dura posguerra y una dictadura. Han visto el desarrollo de los medios de transporte, de la ingeniería y de la tecnología aplicada al servicio público y doméstico. Conocieron el nacimiento del cine y su evolución. Del cine mudo acompañado por un pianista en la sala, al cine sonoro, del blanco y negro al color. ¿No os parece increíble?

Los seriales de la vieja radio quedaron en el recuerdo, la televisión sufrió cambios parecidos al cine, pasando de la gama de grises a unos colores que tú puedes controlar con un pequeño aparato como es el mando a distancia de la televisión. ¡Vaya cambio!
Los noticiarios, o “el parte”, como lo llamaban también cambió. Una noticia podía tardar días en ser conocida por el ciudadano, ahora son en tiempo real, inmediato.
Además, por si fuera poco, ese mando a distancia permite elegir innumerables cadenas de TV y contrastar diferentes puntos de vista de la noticia. ¡Asombroso!

Ahí no queda la cosa, hablar con una persona a cientos de Km. empezó a ser cotidiano.
Poco a poco se fueron instalando teléfonos en las casas, ya no era necesario ir a una cabina o a un lugar público para establecer una llamada. Se podía hacer en casita, sentado tranquilamente en el sofá. Con el tiempo, (algunos no lo conocieron) aparecieron unos aparatos que permitían hablar desde cualquier punto de la casa. El teléfono ¡no tenía cables!  La magia volvió a aparecer, se podían mandar documentos a otro Terminal, impresos en papel y de manera inmediata. ¡Alucinante!

¿Os acordáis de aquellos primeros teléfonos móviles?  Los que disponían de uno llamaban la atención aunque no quisieran, abultaban lo que no está en los escritos. Ahora son cada vez más pequeños, sin hablar de las funciones que tienen.
La ciencia ficción se convirtió en realidad, la vieja “Olivetti” pasó a mejor vida, convirtiéndose en pieza de coleccionista. Aparecieron las máquinas de escribir electrónicas y mucho más tarde los ordenadores personales. ¡Sin palabras!

Algo tan básico como tener agua corriente, luz, calefacción y baño propio en tu propia casa fue para algunos lo mejor que les podía haber pasado.

Cada década que pasaba traía novedades. Primeros viajes espaciales y a final de los 60, el hombre viaja a la luna. No era suficiente evolución, como para que encima les digan o vean con sus propios ojos a unos tipos vestidos con unos trajes raros pisando la luna.
Cambió hasta el lenguaje, la forma y la manera de hablar, las expresiones…
El gramófono con esos discos de pizarra, el vinilo, las cintas de cassette, el walkman, el CD, el CD portátil, el Mp3… Todo, absolutamente todo evoluciona, el paisaje urbano, el vestuario, la música, la educación… 
Afortunadamente entendieron el cambio, y lo más importante se aprovecharon de el. Tristemente, un cambio como es el surgimiento de las vanguardias artísticas no ha sido asimilado aún por muchas personas, a pesar de que estas vanguardias se desarrollaron en la primeras décadas del siglo XX. Incluso parte de las nuevas generaciones nacidas en el último cuarto de siglo no logran digerir algo tan importante como es el nacimiento de un nuevo arte con más de cien años de historia. ¿Algo ha fallado?

No hay nada más perfecto que el cerebro humano. Ni el mejor ordenador o disco duro sería capaz de asimilar tanta información, estoy convencido de que se bloquearía,
nuestros mayores vieron y vivieron una época como ninguna otra, amoldándose y creciendo junto al siglo más productivo.

Nuestros hijos ¿están preparados para asimilar tantos cambios en su vida? y con respecto al arte, ¿qué nos espera?...


2 comentarios:

  1. Esto mismo dirán tus hijos de tí y de mi en el futuro je je. Un abrazo

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  2. Seguro. Pero no me podrás negar que el choque mental de la gente que nació en el primer cuarto de siglo fue alucinante
    Un abrazo

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